martes, 13 de abril de 2010

Captopus. Una realidad o una identidad

 

Por Elkin Andres Salazar.

Husmeando puertas y hurgando mentes, una idea, un sueño, una lucha, todo predispuesto para que el telón de la irreverencia, se tomen nuestras noches y haga de ellas el goce de cada fin de semana y el pensar de entre semana, así nos encontramos con Cactopus.

Esto no es Blues, esto no es Rock, es mucho más que eso, es el clamor de una cuidad por tener una identidad musical, es gritarle al mundo que se hace lo que nos gusta y se sabe de dónde venimos. Esto es Cactopus la banda Bogotana mas contestataria y con mas identidad que tenemos en el momento, liderada por Hugo Andrés González, un muy buen intérprete de la guitarra, es de aquellos que se transforma en el escenario, que da todo de sí, con carisma y entrega por la música.

Un toque de Cactopus, es uno de los mejores shows en las noches bogotanas, porque aparte de una muy buena puesta en escena, con su máscara verde de luchador, uno que otro chiste flojo que igual nos hace reír, excelentes interpretaciones de sus instrumentos,  nos permite gozar con la música que crecimos, con nuestras raíces, con ese rock el cual siempre gozamos y disfrutamos. Muestra de esto es su sencillo Cariñito, que nos hace recordar, nuestras fiestas de niños bailando con las tías, hermanas o primas y así mismo que somos Colombianos con orgullo y no Argentinos, ni Ingleses o nórdicos, como algunos pretenden serlo, por eso mismo gózatela metalero, y no te pierdas el próximo toque de Cactopus, para bailar con cariñito, rockear con Prime Time y prestar algo de atención a su crítica política.

Una banda la cual no pararía de elogiar, por su labor social, una banda para con sus seguidores, para que así mismo entiendan que hay algo más allá de lo que podríamos ver, hay algo más que aquello que podemos tocar, es algo tan simple, como disfrutar de cosas pequeñas las cuales son las que más disfrutamos, y eso lo cumplen completamente, ellos nos hacen disfrutar con algo sencillo, entendible y critico.

En una charla con Hugo González, decía: “si uno no es natural y ama lo que hace, con la única influencia que es ser, nosotros mismos; nunca llegaremos a ser una identidad, nunca llegaremos a hacer música Bogotana sino simples chisgas.” Esta es toda la esencia de esta banda, son ellos mismos y hacen lo que aman, por eso cuando estén frente a Cactopus ámenlos porque ellos los aman.

La Herencia de la Abuela Blusera


Lo que recuerdo de mi abuela es que me hablaba del Papa, el Santo Padre; tanto así que me hizo prometerle ser Cura después de ser Futbolista. Ella iba con su velo negro en la cabeza todos los domingos a misa y me hizo rezar el rosario más de una vez.

Esa fue mi abuela. Pero la abuela de estos cuatro músicos debió ser muy diferente. He de imaginármela, debió ser morena. Y como todas las mujeres morenas, imponente. Debió hablarles de B.B. King, de Mayal, de Clapton, de Buddy Guy, de The Doors, etc. Debió enseñarles como se hace el Pollo Broaster en casa, porque no hay nada más blusero que el auténtico pollo sureño. Ella no les debió poner a escuchar Corazón Stereo mientras hacían sus tareas, debió colocarle todos los días al mediodía, blues, en Javeriana Sterero.

Tal vez por eso había que hacer honor a su herencia. Distrito Blues Rock estuvo charlando con Los Nietos de la Abuela, una de las viejas nuevas bandas de blues bogotano, que han traído una propuesta clásica al blues bogotano.

¿De dónde vienen Los Nietos de la Abuela?
Vienen de la necesidad de explorar y experimentar nuevos sonidos a partir del blues, aprovechando los diversos puntos de vista de cada integrante para poder llegar a tener una identidad propia.

 ¿Por qué blues?

Es el género con el cual cada uno de nosotros nos sentimos identificados. Además, gracias al blues, nos podemos expresar de una manera más autónoma teniendo también la libertad de abarcar otros géneros como el funk, el rock and roll, entre otros.

¿En que inspiran sus letras y sus melodías?
Tratamos de ser por medio de las letras, un reflejo de lo que es la sociedad, los medios y de lo que somos nosotros. Al igual recreamos sensaciones, sentimientos y situaciones de personas irreales y también reales.

¿Qué es ser, para ustedes, blusero en Bogotá?
Para nosotros significa resistencia, conciencia, expresión, transmisor de mensajes, y sobre todo, hacer calidad de música con cada uno de los elementos del blues, para  salir a los distintos escenarios de Bogotá  y poder mostrar con claridad y buen nivel y  repertorio.

Una de las cosas que más representa en vivo a Los Nietos de La Abuela, es la ausencia de un Bajo Eléctrico como tal, pero supliendo la necesidad de una base armónica con Juan Camilo en los teclados, además de un sonido propio ¿qué los llevo a realizar el montaje musical de esta forma?
Queremos dar a conocer una puesta en escena distinta, que además del sonido, cree en el espectador, un interés único,  que represente para ellos, otra manera  de ver un formato de una banda.

¿En su montaje tienen letras en inglés y en español, ¿para ustedes el blues debe cantarse en inglés o en español?

El grupo ha tenido varios momentos en su desarrollo musical. Sin duda alguna, el tema de la lengua en algunas canciones ha sido motivo de reflexión para el grupo. Al inicio si pensábamos que las letras debían componerse en ingles pensando este como la lengua materna del blues. Sin embargo a medida que el grupo cambiaba este criterio también lo hizo. De esta manera se comenzaron a pensar las letras en español para llegar de otra manera al público. De una manera más incluyente.

Quitándose un poco la modestia, ¿qué diferencia al blues de Los Nietos de la Abuela de las otras bandas de blues bogotanas?
Son varios los matices que componen la diferencia de Los Nietos de la Abuela a otros grupos de Blues. En el formato inicialmente está ausente el bajo, que es reemplazado por los teclados. Se incorporo el acordeón como instrumento melódico de algunas canciones y también es notorio que no hay un liderazgo absoluto de una sola voz sino que la dinámica está hecha a partir de varias voces. Es decir cada uno de los miembros del grupo toma la voz principal dependiendo del tema. Otro punto importante que rescatar es que Los Nietos de la Abuela también muestran otro tipo de influencias diferentes al Blues, como por ejemplo el Funk, el rockabilly, el gipsy jazz entre otros.

Para ustedes, ¿qué caracteriza al blues bogotano?

El Blues Bogotano ha tomado bastante fuerza en los últimos años. Los festivales, el gusto del público, los lugares que lo promocionan, han hecho del blues un genero bastante aceptado por el público capitalino. El Blues Bogotano es representado por bandas muy buenas que reflejan toda la fuerza y energía producida en la urbanidad capitalina.

¿Qué banda o agrupación de blues local recomiendan?
BluesWagen nos parece una muy buena banda de Blues. Están llenos de energía y tienen altas dosis de melancolía que llena los auditorios en los que tocan.

¿Ustedes creen que hay realmente un movimiento blues en Bogotá?
Creemos que se esta formando un movimiento de Blues en Bogota. El  festival de blues de la libélula dorada, por ejemplo, logra crear una cultura del blues capitalino que antes no existía. El movimiento sigue andando, más grupos salen a tocar en lugares públicos y el público se empieza a nutrir de nuevas propuestas musicales.


Por último, siéntase en libertad de expresar lo que deseen.
Esperamos que se sigan haciendo más festivales como el de la libélula, no solo anualmente sino semestralmente. Es una buena posibilidad para seguir creciendo con el movimiento, tanto dentro de la capital cómo por fuera de ella.

Sábado de Lluvia y Blues con Carlos Reyes y Germán Pinilla

Llovía, llovía y llovía. La sombrilla de $ 5.000, que conseguí en una esquina después de una intensa negociación con una viejita amable pero sagaz, nos ayudo a llegar desde la Estación de Marly hasta el Teatro de La Libelula Dorada. Cuando llegamos al teatro, la gente esperaba con ansias, se escuchaban conversaciones sobre el blues bogotano, de las bandas que había que ver este año, de quien eran los dos que estaban en el escenario ultimando detalles para el evento, de porque se llamaba Libelula Dorada, y la eterna duda de los principiantes: ¿Blues?... ¿eso no es como el Jazz?.

Se abrieron las puertas y todo comenzó.

Germán Pinilla, el mejor armonicista de Colombia, entró al escenario, como entran los amigos a la sala de la casa.

“Buenas Noches”, dijo él con un canelazo en la mano. “Bienvenidos”.  Sobre la silla, las cajas de armónicas. En el piso había una botella de agua algo amarillenta, unas hojas y el vaso de canelazo. Lo acompañaba en el piso, el forro de la Guitarra Negra de Carlos.   

La primera tanda del concierto fue un espectáculo de blues y country donde la armónica de Germán y la guitarra de Carlos, hacían el famoso “Call and Responde” que hace único al Blues. Germán hizo gala de su propiedad con la armónica. En la quinta canción de esta primera tanda intepretaron el sencillo “Abajo de la 15”, que será parte del nuevo disco de Carlos Reyes y La Killer Band. El público canto este tema, sobriamente, pero lo canto; dió indicios que podría convertirse en un tema clásico del blues bogotano. Siguió algo de Blues Clásico, algo de Tom Morelo, y terminó esta tanda con “Sin Mirar Atrás”, no sin antes invitar a pasar a degustar un delicioso canelazo donde Yolandita.

Me causo curiosidad, la decencia al comprar donde Yolandita. ¡Las personas hicieron fila sin que se les exigiera! Claro, no todo es bueno, dure casi 10 minutos haciendo fila para poder comprar un cigarrillo. No paraba de llover, ¿podía esto ser más blusero?

Alguien me reconoció, un par de fotos y me perdí la primera parte de la primera canción de la segunda tanda. Pero gocé con la interesante interpretación de uno de los blues en español más reconocidos “Desconfio” de Pappo, fue el momento en que cerré mis ojos, y realmente disfrute. Después de esa exalación de blues en español, vino una lección de Germán Pinilla de cómo tocar la armónica. Los armonicistas, bien deben saben la dificultad al tocar una nota de forma limpia y exacta y en eso, Germán, demostró que no tiene punto de referencia. Por lo menos no aún en Colombia.

Siguieron más interpretaciones en inglés. Y en el sexto tema, Carlos mostró una muy intrigante canción llamada “El Fantasma de Edwin” que también hará parte de su próximo disco “Ruido de Bogotá”; canción con muchos sonidos de metal y música llanera, una letra bastante urbana que agradara a más de un metalero del Centro de Bogotá.

Cuatro temas más incluyendo “La Villa”, y terminó este concierto de blues acústico, entre guitarra, armónica y voz “aguardientosa”.  Una lección de un gran manejo de guitarra country blues y armónica. A Carlos Reyes se le nota el Mississippi que lleva adentro. Germán demostró porque es catalogado el mejor armonicista de Colombia y algo de lo que no se habla mucho, su gran capacidad vocal. Impecable en las dobles voces y en los versos que alcanzó a interpretar.

Abrí nuevamente mi sombrilla de $ 5.000.  Mi novia, se aferró a mi brazo.  Y nos dirigimos por el solitario camino de la 51 hasta la estación de Marly, con la satisfacción de haber visto un show, tan inspirador como si hubiera sido en la sala de la casa entre canelazos, cigarrillos y tertulia.




Distrito Blues Rock